La pintura electrostática o pintura en polvo (powder coating), es una excelente opción para el recubrimiento de piezas metálicas como acero, aluminio, metales galvanizados, etc.; debido a que presenta un acabado mucho más uniforme y una mejor sensación al tacto.
La pintura electrostática debido a sus bondades cuenta con diversas aplicaciones como:
- Industria automotriz
- Carrocerías
- Tapas y válvulas
- Arquitectura
- Portones
- Celosías
- Vallas
- Interiorismo
- Arte
- Muebles
Se caracterizan por ser pinturas de alta resistencia a los impactos, una gran adherencia, una excelente resistencia a la oxidación y por ofrecer un alto rendimiento al momento de aplicarlas. Se conforman por resinas epoxídicas que aportan funcionalidad, pero que tienen baja durabilidad en cuanto a brillo y acabado. En general no se recomienda su uso para aplicaciones a la intemperie, pero tienen un amplio uso como acabados funcionales, resistentes químicamente y anticorrosivos.
Son ideales para aplicaciones a la intemperie gracias a su alta resistencia a los rayos ultravioleta y a las variaciones de temperatura. Son pinturas con un brillo duradero y gran estabilidad en color y acabado, sin embargo, pueden reventarse cuando se exponen a altas cargas funcionales, como impactos y dobleces, y presentan menor resistencia a agentes químicos y a la corrosión que las epóxicas. Las resinas que se utilizan en su formulación son de poliéster endurecidas con triglicidil isocianurato. Se emplean más comúnmente en exteriores, en acabados arquitectónicos y en áreas en las que se genera mucho calor..
Este tipo de pinturas presentan una mezcla de las propiedades de las epoxi y las de poliéster, pero en menor proporción, ofreciendo en general buena resistencia a los impactos, dureza y resistencia a la intemperie. Se formulan con resinas de poliéster endurecidas con resinas epoxídicas y se emplean más frecuentemente en interiores y en decoración.